Penitentes del papel

La Semana Santa era antes tiempo de recogimiento, vigilias y penitencias. Ahora son otras épocas y costumbres, y cada uno la vive de acuerdo a sus motivaciones y sentimientos, con el debido respeto a todos. Pero según lo vemos nosotros en Esker, todavía hay empresas que viven en una perenne Semana Santa, y nos referimos a las de antes, a los penitentes del papel.

Procesos que se convierten en penitencias, largas procesiones yendo y viniendo del fax, vigilias interminables a la espera de que salgan las facturas del mes, cantos de saeta cuando se extravía un pedido importante. Sin contar la torrija permanente en que se sumen los departamentos de contabilidad o el via crucis de los que van de mesa en mesa buscando al responsable de tramitar cualquier documento. Qué decir del Servicio al Cliente, que se acaba convirtiendo en una fidedigna recreación de la pasión. O, si se prefiere, en un verdadero bacalao.

Podríamos llamarles los penitentes del papel. Los que soportan su particular cuaresma en empresas abocadas no a la tradición sino a los procesos obstinadamente tradicionales. Que sufren de la ralentización, la imprecisión y la ineficiencia asociadas al penoso trabajo manual. Que han de cargar con toda esa pesada imaginería documental. Y pedir todos los días una escalera para subir al almacén.

Ahora, cuando llegan estos días, se nos ocurre que podrían aprovechar y dar salida a todo ese papel acumulado. Esto es, hacerse unos capirotes y salir de procesión. Con la práctica, el resto del año podrían dedicarse a la papiroflexia. Otra solución, no se apuren, es que pidan ayuda, confíen en una tecnología que les libre de ese lastre, automatice sus operaciones… Y Santas Pascuas.

Nosotros, desde luego, no les vamos a abandonar. En lo que se lo piensan, a ellos y a todos os deseamos a una feliz Semana Santa. Que la viváis como queráis, y sobre todo que descanséis y disfrutéis.

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