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Otro año de suma positiva demostrando que 1+1=3

22/12/2022
David Bollero

De un tiempo para acá se han popularizado los propósitos ESG (Environmental, Social, Governance), concebidos como un giro de tuerca más a los planteamientos tradicionales de Responsabilidad Social Corporativa (RSC). Esker lleva muchos años abrazando este enfoque en lo que ha bautizado como su estrategia de crecimiento de suma positiva. Con ella, más que reducir costes, persigue la creación de valor a largo plazo, así como la construcción de relaciones con  todas las partes interesadas, desde los clientes, a empleados, proveedores e incluso a la comunidad en la que desarrolla su negocio.

La estrategia de suma positiva de Esker se levanta sobre cuatro pilares fundamentales, comenzando por actuar de forma ética y responsable, no sólo de puertas para adentro, sino en todo cuanto afecta a su cadena de suministro y el impacto que la compañía tiene en la sociedad, con especial foco en las comunidades locales, pues el cambio se construye de abajo a arriba.

En este planteamiento, el valor de las personas cobra un papel protagonista y Esker no se quiere quedar en las buenas palabras. Su apoyo comprometido con iniciativas como las que lleva a cabo Pequeño Deseo en más de 35 hospitales con niños con enfermedades crónicas o de mal pronóstico; la Fundación Balia, que lucha contra la pobreza infantil o Juegaterapia, volcada con los niños enfermos de cáncer, no hacen más que crecer con una clara vocación de arrimar el hombro.

Empleados como parte activa

Situar a las personas en el centro es primordial para Esker y así lo trata de proyectar la compañía a través de una sólida cultura corporativa en la que valores como la diversidad y el bienestar de los empleados resultan esenciales. Hacer de la empresa un ámbito seguro para el trabajador, en el que no sólo sienta que crece profesionalmente sino que forma parte de ese agente de cambio al que aspira Esker es una de las prioridades de la organización.

En este sentido, todos los empleados conocen y pueden participar en compromisos como los adquiridos por Esker en el respeto por el medio ambiente y el cuidado del planeta. A los esfuerzos que realiza la compañía para maximizar la eficiencia energética y reducir tanto los residuos como las emisiones de CO2, se suman colaboraciones directas con organizaciones implicadas en primera línea. Este es el caso, como veíamos hace unas semanas, del apadrinamiento de aves que lleva a cabo Esker con GREFA, colaborando para contribuir a su protección con la instalación de GPS en las rapaces, o con decanas del conservacionismo en España como SEO Birdlife o la Asociación DeVerde de El Escorial, con la que Esker participa en labores de limpieza de los montes, reforzando la concienciación medioambiental.

 Predicando con el ejemplo de suma positiva

El cuarto pilar de la estrategia ESG de Esker, la referida a sus clientes, entronca directamente con su propia actividad de negocio, pues con los años ha fraguado una confianza con ellos que también contribuye a un planteamiento empresarial más sostenible, con soluciones innovadoras que requieren menos papel, menos equipos y menos emisiones de gases de efecto invernadero. Se trata de soluciones, además, alojadas en una plataforma segura en la nube que ayudan a reducir la huella de carbono. Tal y como indica el Informe de Impacto Esker 2021, las reducciones de CO2 de Esker son cada vez significativas, algo que percibe casi el 80% de los empleados que afirma que la compañía toma medidas para reducir el consumo energético.

Esta buena trayectoria sigue la estela ya emprendida en 2021 con certificaciones como ISO 14001, que define los criterios para un sistema de gestión ambiental, y la implantación de la solución Salesforce Net Zero Cloud para facilitar la recopilación de datos ambientales para todas las filiales, obteniendo datos en tiempo real de las distintas fuentes de emisiones y la huella de carbono de la compañía.

Una reducción de las emisiones de efecto invernadero que corre en paralelo con otra de las iniciativas en que está involucrada Esker, Reforest’Action, que con su enfoque de crowdplanting ya ha plantado más de 19.250 árboles en la India, Haití y Tanzania desde 2019.

Cuando tú ganas, yo gano

Haber emprendido hace tanto tiempo una estrategia de crecimiento de suma positiva, antes incluso de que aparecieran conceptos como ESG, ha logrado que año a año Esker perciba cómo su propuesta se vincula con la creación de más valor. Así lo demuestran las encuestas de mercado que se llevan a cabo y los estudios que Esker ha realizado entre sus propios empleados, más motivados y comprometidos al saberse en una empresa social y medioambientalmente responsable.

En un mercado en el que todavía está vigente la mentalidad de que “si yo gano, tú pierdes y viceversa”, es más preciso que nunca desmarcarse. Al cierre de 2022, echar la vista atrás y evaluar las iniciativas en las que la compañía ha participado aportando su granito de arena, no sólo es gratificante, sino que demuestra que el retorno de la inversión es inmediato con un efecto multiplicador.

Este crecimiento de suma positiva es exponencial, pues sus ramificaciones se extienden a todo el que toca, ya sea empleados, clientes, proveedores, etc., de manera que la filosofía de Esker de que 1+1=3 se hace realidad.

Descubre más sobre el crecimiento de suma positiva y nuestra ESG en este vídeo:

Author Bio

David Bollero

David es periodista y lleva desde finales de los años 90 escribiendo sobre ciencia y tecnología para diversas publicaciones. Durante este tiempo, ha podido ver de primera mano la evolución del impacto de los avances en la sociedad. Convencido de que más crucial si cabe que la tecnología en sí es el uso que se hace de ésta, trata de poner su punto de mira en esa dirección.

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