Compartir la entrada "Mira esa encina, ese olmo, ese nogal…"
Dicen que cuando se empieza a ser un poco entendido en materia forestal es cuando, en vez de decir “mira ese árbol”, decimos “mira ese olmo, ese castaño o esa encina”. Pues bien, si nuestro bosque Esker nació hace ahora algo más de un año formado por encinas, fresnos y majuelos, ahora podemos decir que además tiene olmos, castaños, nogales y pinos piñoneros. Y si en términos de “árboles” tenía 120, ahora cuenta con 100 más. Bueno, a los que hay que restar, desgraciadamente, los que no sobrevivieron a un verano especialmente seco. Pero los que sí consiguieron resistir, ahora son sin duda más fuertes.
Ese fue el resultado, en términos digamos prácticos y contantes, de la jornada de reforestación que celebramos el pasado domingo, 26 de enero, en la Charca del Navazo, en el término municipal de Colmenarejo, dentro de nuestro programa Green Doc y en el marco de la estrecha colaboración que Esker mantiene con nuestros amigos de Territorios Vivos.
El trabajo consistió, en primer lugar, en repasar lo que ya estaba plantado: reponer las cuencas que habían quedado vacías, reemplazar las marras por nuevos plantones, proteger lo que había quedado desprotegido, limpiar los alcorques de los que ya están creciendo… y por supuesto regarlo todo. A continuación, nos lanzamos a extender la plantación, rodeando la charca por el Norte, con esas 100 nuevas especies.
Pero el otro resultado fue un gran día. El primero soleado y verdaderamente agradable de este invierno, lo cual fue una inmensa suerte. Con una sensacional convocatoria, más de 70 personas nos dimos cita, y no faltó quien pusiera su grano de arena, sus manos, su golpe de azada, su sabio consejo, su bajada a la charca para cargar agua y regar. Algún que otro grupo espontáneo y animoso que colaboró con todo interés y nos animó la mañana. Y cómo no, quien nos preparó luego un suculento y reparador almuerzo. En definitiva, mucho compañerismo y solidaridad de todos.
Sí, lo pasamos en grande y además aprendimos. Por supuesto, los expertos de Territorios Vivos nos dieron abundantes pistas para el cuidado y conservación de nuestro entorno natural, sobre las particularidades de las distintas especies y acerca de cómo viven y se comportan los ecosistemas. Además, contamos con vecinos y conocedores de la zona que nos pusieron al día sobre la historia del terreno, las vicisitudes por las que ha pasado y, en definitiva, por qué estábamos ahí para reforestarlo. No olvidamos que aquella charca fue rica en anfibios, y queremos que vuelva a serlo.
Volveremos en primavera, cuando los rigores del invierno hayan remitido, haya abundante agua y empiecen a brotar las hojas. Os mantendremos informados de la cita. Pero ya os podéis imaginar que estamos deseando volver.
Aquí más sobre la jornada, contada en primera persona por Territorios Vivos.
Y aquí, faltaría más, todas las mejores fotos de la jornada.

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