Compartir la entrada "La IA se abre paso en la gestión hospitalaria"
Recientemente, Accenture publicaba un estudio que, bajo el título ‘Inyección de inteligencia para el sector sanitario’, abordaba el impacto de la Inteligencia Artificial (IA) en este campo. Tras entrevistar a 180 directivos tanto de aseguradoras como a proveedores de servicios sanitarios públicos y privados, la conclusión es inapelable: Es mayoritario el interés en estas nuevas tecnologías y, de hecho, el informe recela que un 72% de los líderes del sector sanitario ya está inmerso en pruebas con IA o tiene previsto adoptarla a corto plazo.
Esta cifra se ve todavía más reforzada considerando que el 93% de los directivos ya cuenta con algún proyecto de IA en su agenda. Dicho de otro modo, tan sólo un pobre 7% declara un interés nulo o mínimo por estos avances. Si bien es verdad que resta un largo camino por recorrer, lo cierto es uno de cada cuatro encuestados (27%) afirma que ya se está utilizando IA en algún ámbito de su organización.
Con este panorama, no sorprende que la inversión prevista para esta área en los próximos años se vaya a disparar, puesto que un 40% de los encuestados está muy interesado en incrementar el número de aplicaciones basadas en IA. Corroborando esta corriente positiva, otro estudio de Morgan Stanley prevé que el crecimiento interanual del mercado de la tecnología sanitaria durante los próximos cinco años ronde el 40% pasando de los actuales 1.300 millones de dólares a los más de 10.000 millones en 2024.
Gestión operativa
Más allá de pensar en médicos virtuales o cirujanos robóticos, la IA en asistencia clínica ya está siendo utilizada en la interpretación de las pruebas diagnósticas, ayudando a la detección precoz de cáncer o en el análisis de muestras de fluidos para detectar anomalías. Sin embargo, una de las principales conclusiones del estudio de Accenture es que el mayor valor que identifican los profesionales de esta tecnología no proviene tanto de la parte de interacción con el paciente, sino más bien de las aplicaciones operacionales de back-office. Y ello a pesar de que, como precisó Julia Díaz, directora de Innovación del área Health and Energy Predictive Analytics en el Instituto de Ingeniería del Conocimiento durante la celebración este año del Congreso Innova Health 2019, existen más soluciones de IA para la asistencia clínica que para la gestión sanitaria.
Con todo, la lista de áreas en las que las empresas consideran que la IA ha generado mayor valor está encabezada por:
- La ciberseguridad (56%)
- La eficiencia operativa (56%)
- El aumento de las capacidades analíticas en tareas como la identificación de pacientes, tratamientos personalizados, etc. (50%)
- El recorte de costes optimizando las citas o la gestión financiera (43%)
A la cola, la mejora de los resultados clínicos (6%), no tanto porque estas nuevas tecnologías no tengan capacidad para mejorar sustancialmente éste área, sino porque todavía no se ha explorado lo suficiente. En este sentido, no sólo impera el principio de prudencia de manera que la adopción de la IA se prioriza por el momento a ámbitos operativos, sino que los beneficios que se obtienen de ello son máximos.
Beneficios directos
Desde el punto de vista administrativo, un hospital es de una gran complejidad, pues ha de hacer frente a miles de procedimientos de compra en los que intervienen cientos de proveedores, que han de pasar por las correspondientes fases de petición de oferta, concursos públicos cuando éstos sean precisos, pedidos, recepción, etc. En mitad de todo ello, una extraordinaria multiplicidad de procesos internos.
Se trata de una maquinaria, además, que ha de minimizar los errores y agilizar la ejecución, pues de lo contrario puede tener un impacto muy negativo en la calidad asistencial, disparar los costes, provocar desabastecimiento y un sinfín de problemáticas. Hoy, más que nunca, la automatización de todo este workflow se hace imperativo, con una gestión centralizada de las compras y una gestión de toda la cadena de suministro optimizada.
La IA y las tecnologías de aprendizaje automático pueden ayudar a simplificar este escenario, incrementando la eficiencia y aportando un mayor control financiero. Esta automatización unificada de los procesos de compra (a proveedores) como de venta (en el caso de las entidades privadas a sus pacientes o aseguradoras) trae consigo un amplio abanico de beneficios directos, entre los que podrían destacarse:
- Mayor eficiencia y transparencia de los procesos
- Optimización de la relación calidad-precio
Simplificación de toda la logística - Aumento de la productividad y eliminación de papel
- Dinamización en los plazos de entrega
- Mejora de la gestión del inventario
- Mayor fluidez en la relación con otras organizaciones prestadoras de servicios de salud, aseguradoras o industria farmacéutica y de equipamiento médico
- Ahorro de costes
Retos
En esta mejora continua de la gestión sanitaria a través de la IA, no todo es un camino de rosas; es preciso afrontar una serie de retos. España no está en cabeza de la adopción de IA en Sanidad, con un 17% frente al 37% de Reino Unido, y aunque es el país que más se esfuerza por incrementar la cantidad de aplicaciones asistidas por IA (la mitad de los directivos considera que sus esfuerzos en esta dirección son altos o muy altos), tiene asignaturas pendientes tan básicas como la factura electrónica.
A pesar del elevado volumen de operaciones referido y de que en el sector público la factura electrónica es obligatoria desde 2015, sorprende la baja penetración de ésta en el ámbito sanitario, hasta el punto de que algunos informes apuntan que únicamente representa el 1% del total en España, sumando su doble vertiente de emisor y receptor, éste último siendo el mayoritario. Queda, pues mucho camino por recorrer en este sentido.
Por otro lado y mirando a la cadena de suministro, la extensión de estándares como GS1, que permite la identificación única de productos, unidades logísticas, localizaciones y activos a lo largo de toda la cadena, desde el productor o fabricante hasta el consumidor, facilitaría enormemente la labor de los departamentos de Compras.
Finalmente, carencia de personal especializado que existe en general en el mundo de las Tecnologías de la Información (TI) se hace más patente si cabe en la IA. De hecho, casi dos tercios (63%) de los directivos consideran que el mayor obstáculo para una adopción más masiva de esta tecnología es, precisamente, esa falta de conocimientos por parte de sus empleados.
España está en la buena dirección a la hora de aplicar nuevas tecnologías en sus procesos hospitalarios, pero ha de redoblar esfuerzos para alcanzar una gestión automatizada con un enfoque de mejora continua de sus procesos.

David es periodista y lleva desde finales de los años 90 escribiendo sobre ciencia y tecnología para diversas publicaciones. Durante este tiempo, ha podido ver de primera mano la evolución del impacto de los avances en la sociedad. Convencido de que más crucial si cabe que la tecnología en sí es el uso que se hace de ésta, trata de poner su punto de mira en esa dirección.