Compartir la entrada "La factura electrónica está aquí… para quedarse"
No por esperada, su llegada deja de ser un acontecimiento importante. La factura electrónica está aquí, y para quedarse. El Gobierno anunció el pasado viernes su programa para la Reforma de las Administraciones Públicas, en el que se incluye como un aspecto clave la obligatoriedad de las facturas electrónicas para algunos proveedores del sector público desde 2015. Es una de las medidas a incluir en el Anteproyecto de Ley de Impulso de la Factura Electrónica y Creación del Registro Contable.
En realidad, el proyecto inicial era establecer esta obligatoriedad en España en noviembre de 2010, pero finalmente se demoró la entrada en vigor de la ley que establecía su progresiva implantación. En algunos países, como México, Brasil o Dinamarca, ya es obligatorio desde hace años, y de hecho son estos países los que manifiestan una mayor penetración de la e-factura.
El informe presentado por el Gobierno establece que la ley será aplicable a todas las administraciones públicas, incluidas las entidades institucionales y las Comunidades Autónomas, y el objetivo es impulsar su uso tanto en el sector público como en el privado, a fin de “incrementar la productividad y la competitividad en la economía española”. La idea es mejorar la eficiencia de la gestión administrativa y contable, ahorrando costes para emisores y receptores de las facturas, a medida que se la metodología electrónica se integre en los sistemas de gestión de las empresas y entidades administrativas.
El plan contempla que, a partir de enero de 2015, la factura electrónica sea obligatoria para “determinados sujetos obligados a la tributación electrónica de acuerdo con la normativa tributaria”, si bien se podrá excluir de esa obligación a las facturas de importe menor a 5.000 euros. Asimismo, desde la citada fecha será obligatoria también para las empresas prestadoras de servicios “de una especial trascendencia económica”.
Se prevé que el anteproyecto de Ley, actualmente en fase borrador, sea presentado esta misma semana. La idea del Gobierno es generalizar la e-factura en la Administración General del Estado para extenderla inmediatamente en sectores como Utilities, Banca y Seguros, y que en 2016 deba usarse en todos los ayuntamientos.
Esker ha venido promoviendo la transición al modelo de facturación electrónica, como hemos contado en diferentes ocasiones aquí, y ofrece soluciones para ayudar a dar este pequeño gran paso que, entre otros beneficios, puede llegar a suponer entre un 40% y un 80% de reducción en el coste de envío de las facturas, hasta un 96% de reducción del tiempo de gestión de los documentos, reducción de errores de facturación hasta en un 90% y hasta una semana menos en lo que se refiere al tiempo de salida de las facturas en curso.
Con este motivo, dada la rabiosa actualidad, no podemos menos que invitaros a asistir al webinar que ofrecemos el próximo jueves 11 de julio, E-invoicing, evertyhing you need to know, en el que podrás escuchar lo último en esta materia: las nuevas tendencias en la facturación electrónica, estadísticas de volumen, problemas de conformidad, mejores prácticas y diversos consejos para mejorar. Contaremos con la participación de dos reconocidos expertos: Bruno Koch, autor del Informe Billentis, y Tony Nisbett, de TrustWeaver, experto en conformidad global de la e-factura.

Esker ayuda a las empresas a eliminar el papel de la gestión y del intercambio manual de documentos en los ciclos Order-to-Cash (ciclo de venta) y Procure-to-Pay (ciclo de compra). Por muy complejo que sea su entorno técnico o retos se presenten, los resultados con Esker siempre serán inmediatos: reducción de costes, empleados más felices y una mejor experiencia de cliente.
Es interesante el tema de la factura telematica en España, sin embargo uno de los puntos que afecta la masificación, son 2 puntos importantes:
1. La falta de un formato electrónico estándar (la nueva eFactura con UBL) es una buena alternativa, que sin duda impulsara su masificación
2. La obligación por parte de Gobierno para todas las empresas solicitándolo en un plazo de manera paulatina.
Hoy El Corte Inglés es un buen ejemplo así como la industria de la automocion