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Esker con Paisaje Limpio: aprendiendo sobre Reciclado de Residuos

10/01/2020
Coralie Marty

Por un futuro más verde gracias a un consumo más dócil con el planeta.

El pasado jueves 5 de diciembre, en las oficinas de Esker, tuvimos la visita de la Asociación Paisaje Limpio con su representante María Cabrera y dos especialistas en el tema del reciclado de residuos: Estíbaliz López-Samaniego, responsable de proyectos de la asociación Vertidos Cero, y Cristina Gómez, técnico en la misma asociación que se dedica al asesoramiento en el tratamiento de residuos de todo tipo.

Además de Estíbaliz y de Cristina, María vino acompañada de Ramiro García y Raquel Alfayate, que llegaron cargados con unas 15 cajas de libros abandonados, que transformamos entre todos en un bonito y alternativo árbol de Navidad. Ramiro es un artesano conocido por sus sorprendentes creaciones a partir de latas y de otros residuos reciclados.

Tras la construcción del árbol de libros, pasamos a la cafetería donde Estíbaliz y Cristina, especialistas con muchos años de experiencia en el tema de residuos, respondieron a numerosas preguntas del equipo de Esker alrededor de un desayuno.

¿Qué es lo que más nos ha sorprendido de todo lo que hemos escuchado?

Vamos a intentar resumirlo en 10 puntos clave:

1- El término Basura está mal empleado

Deberíamos hablar siempre de residuos. Los residuos son aquellos objetos o materias que ya no pueden ser reutilizados. Esto implica que, antes de hablar de su reciclaje, debemos hablar de reducción y de reutilización.

La basura expresa una materia que se debe destruir. Este no es siempre el caso de los residuos, porque pueden tener un valor y ser reciclados.

2- Cada residuo es un mundo

Cada material se recicla de un modo diferente y tiene su protocolo, proceso y tratamiento distinto. El papel por ejemplo, se recicla bastante bien, aunque usa mucha agua en el proceso. La mayor parte del papel que utilizamos, en particular en el caso del cartón, proviene de papel reciclado.

El papel de primera calidad necesita un tratamiento blanqueante y suavizante para que su granularidad sea más fina y agradable al tacto, para conseguirlo es necesario utilizar mayoritariamente celulosa procedente de la madera. Pero, en general, utilizamos el papel reciclado. Eso sí, no se reutiliza eternamente: puede volver a reciclarse unas 4 o 5 veces.

En cambio, el aluminio se puede volver a transformar de forma ilimitada. Por esto interesa mucho echarlo al cubo amarillo: es caro de producir (además de contaminante) y de fácil reciclado.

3- El cubo amarillo no es para plásticos, sino para envases

Un error muy común es pensar que el cubo amarillo es sólo para plásticos. En realidad, es para todo tipo de envases excepto los de vidrio que tienen su propio cubo.

Los envases metálicos encontrarán allí su sitio, al igual que los envases tipo “Tetrabrik” que, si bien son difíciles de reciclar por estar plastificados, están destinados a acabar su vida allí, en el contenedor amarillo.

Interesante saber que los envases de vidrio deben ser enjuagados antes de tirados al contenedor, no así los envases. Los tapones de los Tetrabriks deben quedarse enroscados, a no ser que decidamos llevarlos a otro sitio que recoge tapones para una causa benéfica.

4- Como se construye un vertedero

Los materiales que no se pueden reciclar o incinerar acaban enterrados en un vertedero, que no es más que un agujero gigante en una zona donde el suelo no es permeable.

Se escarba, se compacta bien el fondo con gigantescas apisonadoras, se colocan tubos de drenaje de aguas lixiviadas por el efecto de descomposición, se aísla con una tela plastificada, se mete material geológico (tierra, gravilla…). Se deposita una primera capa de vertido, se compacta, se tapa con tela plastificada, se coloca un tubo de la altura del agujero, se vuelve a meter otra capa de vertido, se compacta, etc.

En algunos vertederos, se extraen los gases generados por la descomposición de los residuos (metano) a la salida del tubo colocado a tal efecto para generar energía. En otras instalaciones de menos recursos, se quema este metano (biogás) en una antorcha para evitar su llegada a la atmósfera por tener un efecto invernadero mucho mayor que el del CO2.

Las aguas derivadas se recogen y tratan en el mismo sitio o se llevan a otro lugar para ser tratadas.

El problema de los vertederos es que se deforman con el tiempo por el efecto de la descomposición, provocando, por ejemplo, la rotura del tubo de escape de gases. Otro problema es que llenamos la tierra de material muy contaminante que pretendemos controlar, pero tal control no se consigue del todo a medio-largo plazo. Un vertedero es caro de construir y mantener, además, encontrar nuevos sitios no es nada fácil.

5- ¿Nosotros separamos, pero luego todo va a un mismo sitio?

Tenemos la sensación de que el esfuerzo de separar residuos recae en nosotros pero que luego el tratamiento separado no es eficiente y que, al final, todo acaba en el mismo lugar. Los camiones de recogida están equipados con varios compartimentos. Aunque tengamos la sensación de que lo echan todo en el mismo sitio, en realidad lo separan. En todo caso, la labor primera que hacemos en casa separando etiquetas del papel, quitando el plástico de todo, separando lo más posible antes de colocarlo en los contenedores, facilita muchísimo la labor del procesado ulterior, asegurando un máximo porcentaje de éxito de reciclado.

6- ¿Los puntos limpios: a quién benefician?

Los puntos limpios de nuestros pueblos y ciudades son concesiones por parte del Ayuntamiento a empresas privadas que se ocupan de la separación de los residuos.  Ellos son responsables de gestionar el punto y tratar con las empresas especializadas que se llevan los residuos para su tratamiento.

El dinero obtenido por la venta de algunos de los residuos compensa el coste de gestión de todos ellos y se paga al municipio. Por otra parte, lo que echemos a los contenedores domésticos es tratado en otro proceso que depende enteramente del Ayuntamiento, que procura vender los residuos inorgánicos a empresas en un intento de cubrir los costes de recogida y gestión, aparte de los impuestos que todos pagamos para ello.

También es interesante saber que algunos puntos limpios gestionan mejor ciertos residuos que otros. Yo animo a preguntar al encargado del punto limpio cuando vayamos a llevar nuestros residuos: siempre se aprende.

7- ¿Enterrar o Incinerar?

Un tema espinoso que, según Estíbaliz, no se puede responder de forma general sino que depende del equipamiento de cada incineradora. Es necesario que las cenizas y gases pasen por un control muy estricto porque podría ser más contaminante aún que el propio vertedero.

Controlado este punto, la incineradora debe siempre servir para producir energía a partir de los residuos y la Unión Europea considera este tipo de gestión mejor que el vertido.

En este punto nos llama la atención para informarnos bien antes de tener una opinión a favor o en contra, con datos lo más completos y precisos posible.

8- Gestión de residuos y Ecologismo

Unido al tema anterior está el tema de la ideología. Sin duda es importante tener el reflejo de actuar y pensar por el bien del medio ambiente. Pero según Estíbaliz, a veces los que simpatizamos con las corrientes ecologistas recibimos críticas al tener opiniones sin tener datos técnicos para ello.

El rechazo a las incineradoras, según Estíbaliz, es un buen ejemplo. Ella señala a Ecologistas en Acción como una de las asociaciones que debería mirar más de cerca la necesidad de expertos en este área. Es un tema sensible pero interesante, ya que pone de relieve la necesidad actual de muchos profesionales para expertos en tratamientos de residuos en empresas de gran consumo, industria, empresas especializadas como Ecoembes o Ecovidrio, y en el sector público.

9- La Normativa europea, los retailers, los envases y la logística

La Comunidad Europea promulga normativas para prohibir el plástico de un solo uso como vasos, platos y cubiertos de PET, pajitas y bolsas de plástico en supermercados y tiendas. Y la tendencia ya se ve: Carrefour ha sido uno de los precursores en utilizar bolsas compostables, hechas a base de fécula de patata. Sin embargo, esto no impide que quede mucho por hacer, ya que no escatima en plásticos y globos hinchados de helio para celebraciones, sabiendo que los globos acaban en los ríos, mares y tierra, un problema del que poco se habla. De hecho no sale bien parado, al igual que Mercadona, en el ranking de retailers contaminantes.

Se pide coherencia en las acciones ambientales para que no aparezcan como, simplemente, declaraciones oportunistas. Por otro lado, si bien se reduce el plástico en la compra en el supermercado, aumenta el consume de las cajas y envases que recibimos cuando compramos online.

10- La Tierra no es la que más sufre

Estamos destruyendo nuestro hábitat, con lo cual nos destruimos a nosotros mismos. La Tierra seguirá y se recuperará cuando se deshaga de nosotros. A no ser que comprendamos lo que estamos haciendo.

Si bien el humano tiene una capacidad única de destrucción, también es cierto que cuando quiere y une fuerzas, mueve montañas.

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