Conversaciones con Santiago Niño (3): las empresas en la nueva sociedad

La tercera entrega de nuestras conversaciones con Santiago Niño aborda una cuestión crucial: el papel de las empresas en el mundo y la sociedad en la que vivimos, y, sobre todo, en el futuro que nos aguarda. Jesús Midón plantea al economista y escritor el reto de la transformación y la adaptación de las empresas. Y del desarrollo sostenible, que para Esker significa que el beneficio que aporta la tecnología sea duradero por el bien de los clientes, pero también en términos de responsabilidad con la sociedad. Es decir, ayudar a las empresas a ser más eficientes, lo que tendría un impacto positivo en la economía, pero también en la sociedad y el planeta.

Según Santiago, este enfoque nos predetermina. Hasta hace unos 10 años, era posible crecer sin ser sostenible, sin tener en cuenta el impacto sobre el medio ambiente, incluso contaminando. Crecimiento significaba incremento del Producto Interior Bruto (PIB) e incremento de facturación y los efectos colaterales sobre el entorno no se consideraban. Una idea que imperó desde el inicio de la Revolución Industrial, a principios del siglo XIX, hasta casi nuestros días. Si bien en los años 60 ya se conocieron los primeros tratados sobre medio ambiente, su alcance fue meramente académico, ligados a las universidades.

Ahora, esta visión ha cambiado radicalmente. No se admite, es más, se persigue en los países desarrollados el crecimiento con efectos contaminantes de las empresas. Por ejemplo, que una empresa automovilística redujese sus costes de producción llenando el aire o el entorno de sus fábricas de elementos contaminantes. Antes se admitía, ahora se estigmatiza, incluso puede provocar un rechazo por parte de la sociedad.

Por lo tanto, el concepto de crecimiento ha variado. Hoy es incremento del PIB más sostenibilidad. Pero con una particularidad: ese binomio se valora incluso si el incremento del PIB es mínimo y el de factores de sostenibilidad es muy elevado. En consecuencia, la responsabilidad de los actores de ese crecimiento influye y está relacionada con la responsabilidad que esa empresa tenga sobre la sociedad.

Así, este cambio de tendencia ha dado lugar, según Niño, a un fenómeno que le llama la atención. Una empresa que no tenga en cuenta estos criterios de sostenibilidad vinculados al crecimiento no sólo tendrá que afrontar las consecuencias legales. También su reputación caerá, ya que una gran parte de la sociedad la señalará. De ahí que las empresas, también desde el punto de vista reputacional, hayan de tener en cuenta también el efecto sostenible en su actividad.